CUIDADOS DEL CUERO

El cuero vacuno se ha utilizado desde el siglo III a. c. y muy especialmente en la época del imperio Romano. Hoy en día se sigue utilizando siendo considerado como un producto de calidad.

La piel se puede dividir en 2 partes, lado Flor y lado Carne.

Lado flor es la parte superficial o exterior de la piel donde se encontraba el pelo del animal y se suele diferenciar por ser mas lisa y brillante.

Lado carne también conocido como reverso es la parte que estuvo unida a la carne del animal y normalmente es menos brillante y mas rugosa que la flor.

El cuero requiere de unos cuidados y mantenimiento para que pueda tener una larga vida. Este se puede dañar fácilmente y de forma irreversible por varios motivos como ralladuras en la superficies, por contacto con el agua, exposición prolongada al sol o por deshidratación.

Para tener un cuero sano y bello es necesario evitar rozar con objetos que rallen la flor, tenerlo guardado en un lugar seco, evitar la luz del sol directa y mantenerlo limpio y hidratado.

Limpieza

Para limpiar las ambas caras del cuero no debemos utilizar ningún producto químico ni sustancia que no sea específica para este fin. Es aconsejable utilizar un jaboncillo y con una esponja ligeramente húmeda eliminar la suciedad. A continuación secar con una gamuza.

Hidratación

Para hidratar el cuero es aconsejable utilizar cremas, aceites o ceras destinadas a tal fin. En el caso de utilizar cremas o aceite, a ser posible de pata de buey, solo se le debe aplicar al lado de la carne ya que es la mas absorbente y en la flor puede originar manchas y oscuridad que son irreversibles. Sin embargo la cera de abeja debemos aplicarla en la flor. Esta evita que cale la humedad, que se manche y además proporciona brillo.

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